El ministro de Exteriores brasileño, Aloysio Nunes, garantizó este jueves que su país seguirá respetando los derechos humanos, gane quien gane las presidenciales, cuando marcha a la cabeza como favorito el ultraderechista Jair Bolsonaro, defensor de la dictadura militar y la tortura.

"Brasil es un país que tiene instituciones democráticas sólidas, tiene un sistema judicial independiente, prensa libre, libertad de organización sindical, política", afirmó Nunes en rueda de prensa en Madrid.

"Nuestro compromiso con los derechos humanos es un compromiso basado en normas federales, normas constitucionales", decisiones judiciales y "compromisos internacionales", resaltó. "No es un cambio de gobernante lo que va a cambiar nuestra situación con respecto a los derechos humanos", dijo.

Bolsonaro, un excapitán del ejército de 63 años que acumula un historial de declaraciones misóginas, racistas y de apoyo a la dictadura militar (1964-1985), es el favorito para conquistar la presidencia brasileña en el balotaje del 28 de octubre.

Una encuesta realizada tras la primera vuelta del domingo le otorgó un 58% de la intención de voto frente a un 42% para su contrincante, el izquierdista Fernando Haddad.

El canciller brasileño reconoció que es una "elección muy disputada", pero afirmó que el país tiene "un sistema electoral cuyo resultado es muy confiable", y "será la voz del pueblo" la que tenga la última palabra.

"A los gobernantes se les juzga por sus actos y habrá que esperar para emitir opiniones", estimó por su lado el ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, quien se reunió este jueves con Nunes.

El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, había expresado el martes su "enorme preocupación" tras la victoria en primera vuelta de Bolsonaro, ante la posibilidad de que pueda implantar una agenda contraria a valores como la igualdad de género o la democracia.